De
mi madre saqué la cabezonería de querer siempre llevar razón, la nariz y poca cosa más.
A mi
padre me parezco en que siempre estamos cantando , y en que confiamos en los demás sin medida.Tambien en que tenemos poca paciencia y a ambos nos gustan los hechos, no las palabras...
A
Santi y a mí nos encanta el olor de la lluvia.
De mi abuelo
Carlos heredé la siempre aficción por los libros que ,incluso tras su muerte supo inculcarme.A su mujer,
Alicia la debo la mano con los niños y a mi otro
abuelo, siempre me parecí en el calcado sentido del humor.
Mercedes y yo nos ponemos coloradas siempre, eso fue lo que me dejó prestado, aunque sus ojos verdiazules me hubieran encantado,porque a pesar de la edad, siguen preciosos y brillantes.
Después, descubrí que
Ángel y yo tenemos debilidad por jugar a las películas, que a
Jorge y a mí nos afecta más la luz del sol que al resto de mortales, y que
Óscar tambien escribe de vez en cuando.Por no hablar de que
Marcos y yo somos rematadamente tímidos y que David y yo discutiamos por nuestros gustos sobre mitología.
A
Ana saqué la inocencia, que no perderé hasta que la palme y con mi prima
Cris comparto el mismo numero de dioptrias.Y con
Aroa siempre jugué a aislarme en otro mundo..
Paula, la de 4 años tiene el mismo lunar que yo en meñique de la mano izquierda.
Sergio tiene ese sonido mío de risa contagiosa e inofensiva.
Adrián y yo nos pasamos la vida soñando.
¡Estoy hecha de vosotros!